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Marchena: Puerta del tiempo

Tuesday, September 13, 2005
Posted by zarraclaca



Cuando se agotan los datos objetivos, comienza la subjetividad literaria. Cuando se acaban las certezas hay que dejar espacio a la poesía de las preguntas. En la batalla contra la furia del tiempo, la prosa de lo que triunfa y flota en la superficie ha ido quitando espacio a la poesía de lo vencido, que subyace en el fondo.
Esto no es una simple enumeración de datos fríos, un listado. Es una nueva mirada subjetiva sobre nuestras cosas de siempre. Una perspectiva aérea, ancha, abierta y profunda que resume y evoca. Una autorretrato plural desde lo vivido y lo sentido. Una guía para visitantes y una reconstrucción para residentes. Un ensayo entre la razón y la emoción.
Gracias a los investigadores, hoy sabemos mucho más sobre quiénes somos, cuál es nuestro pasado. Subido a hombros de gigante, nostros podemos ahora, echar un vistazo completo al paisaje.
El viajero sabrá que ha llegado a Marchena cuando entre los llanos infinitos, o por las tímidas laderas de olivares, vea la daga de sol de la torre de Santa María. No puede separarse el paisaje de murallas, leyendas o riquezas, dudas o certezas, de la tierra, origen de todo. Ibn Arabí, que aprendió a la sombra de las murallas de Marchena de los olivos, escribió “Deteneos conmigo un momento junto a esas ruinas y lloremos juntos.


Historia, quietud, piedras venerables, tradición y metafísica. Eterna, honda, sabia e intemporal. Tu sed y mi sed. No se puede decir que estos caminos de Marchena no se han de andar. ¿Para que llamar caminos a los surcos del azar?”. Es necesario descubrirlos no sólo para hallar sus secretos milenarios, sino para que ellos nos haga descubrir el paisaje de nuestra alma.
Es grande la tentación de marcharse subido al tren de la prisa. Profetizó Luis Camacho. "Vosotros tenéis la prisa".(...)"Nosotros tenemos la libertad, (...) en la vida verdadera, la de la naturaleza, los campos, de los cielos, de las inapetencias resignadas y sabias, donde no existe el tiempo, ni la prisa, ni la angustia dolorosa del pequeño fracaso cotidiano".

Arqueología, Montemolín: El cerro de los fenicios

Posted by zarraclaca
"Llegan los fenicios y descargan su mercancía: la extienden sobre la arena, encienden fuego y regresan a sus navíos. Cuando los nativos ven el humo acuden a la orilla del mar tomando lo que quieren, y dejando oro a cambio.(...). Si los fenicios están de acuerdo recogen y se van.(...) Todo hecho con la mayor honradez". Cuenta Herodoto. No es dificil imaginar esta escena en las riberas del lago Ligustino, cuando la costa estaba muy cerca del fértil cerro de Montemolín, parte de una Tartesos rica en oro y plata.
Desde este cerro, se observan inmensas extensiones de girasol, olivo y trigo, regada por el serpeante Corbones coronado por un cielo de plata. Montemolín es una metáfora de Marchena. Aparentemente se trata de una pequeña elevación en medio de un llano sin principio ni fin, sin más ni menos, leves senos de la madre tierra fecunda. -
Con un golpe de azadón se produjo el reencuentro entre el hombre moderno y los dioses antiguos. Aquel anónimo cerro de trigo, pasó a ser el cerro de los fenicios. Uno de los 209 enclaves arqueológicos del municipio, que siguen siendo destruidos lenta pero inexorablemente.
Montemolín y Vico, lugares clave para la historia y el mito, con hallazgos que confirman las influencias entre fenicios y tartesios. Todo ello a pesar de las trabas encontradas por el equipo científico de la Universidad de Sevilla, que continúa publicando y difundiendo los resultados en congresos y revistas especializadas. Este desconocido yacimiento contiene un complejo militar y funerario fenicio-cartaginés, estructuras hidráulicas, y urbanas, una zona sagrada, joyas de oro y plata, aras y sobre todo centenares de monedas, amuletos, anillos, broches de cinturón, arracadas o grandes pendientes femeninos.

Los restos hallados nos hablan de un gran complejo sacrificial y de abastecimiento de carne (se han encontrado 60 kilos de huesos) . Los animales eran criados en libertad y cada invierno, toros, caballos, cerdos, cabras y ovejas se sometían a la matanza ritual.
La carne sacrificada era guardada en salazón -muy importante la industria de la sal, gracias a zonas de agua muy salada existente en la zona- en recipientes cerámicos, algunos, como los "pithoi", usados en las grandes ceremonias, decorados con esfinges, grifos, toros y leones. Su decoración sigue tendencias de talleres de Chipre, que transmitieron el repertorio decorativo cerámico cananeo y fenicio a los centros coloniales de Occidente a partir del siglo VIII a.c.
No ha sido hallada aquí ninguna necrópolis ni resto de enterramiento, aunque sí en otros lugares del municipio, una tumba-hipogeo con pozo y posterior túnel, hallada por Coullaut Valera. A Montemolín, llegarían los hijos de Tanit, gracias a su proteción, en torno al siglo VII a.c., prodecentes de Siria, Chipre o Fenicia, pues el origen era muy variado.
Tanit-Astarté, diosa del rocío, la lluvia y el agua, madre de la fertilidad. Los fenicios gustaban de consagrar islas y promontorios a sus divinidades”. Rios, arroyos y manantiales estuvieron siempre asociados a sus santuarios.
En el siglo VI se despuebla el cerro de Montemolín, donde queda la acrópolis o zona simbólica, como vestigio de origen y pasado, mientras surge una nueva ciudad cartaginesa a sus pies, en el cerro de Vico, un punto y seguido en la historia púnica.
El siglo III Vico-Montemolín es escenario de la segunda guerra púnica, cuando se erigió un campamento cartaginés. “Este yacimiento es quiza el que concentra mayor número de piezas circulantes durante la estancia de los Barca en Iberia”, opinan investigadores de la Universidad de Sevilla, como Maria Luisa de La Bandera, que consideran “muy probable” que el yacimiento tuviese su propia ceca. Grandes cantidades de shekels prodecentes de Cartago, Cádiz, Roma o Ibiza han sido halladas en el yacimiento marchenero, lo que explica el papel decisivo que tuvo en el desarrollo de la guerra.
Shekels con representaciones de Melkart y Tanit, elefantes, caballos y palmeras inundan hoy museos y colecciones privadas de toda Europa, procedentes de Montemolín.
Además destacan otros yacimientos como El Lavadero, la mayor villa romana, Porcún o Vistalegre donde se han encontrado numerosos restos.

El abrazo andalusí

Posted by zarraclaca


La más bella y antigua leyenda de Marchena nos llega a través del sufí cordobés Abu Bakr Ibn Bay. Lo cuenta su mujer Yamilah, “Mi madre me contaba que, después de la guerra civil que asoló las tierras de al Ándalus, ella y su familia pasaron muchas calamidades. Mi tío abuelo Yahia se dedicaba a ir a los pueblos de los alrededores de Marchena, que era su pueblo, vendiendo canastos y avíos de mimbre que hacían sus hermanos y sus hijos. Dicen que una noche iba por un camino oscuro y le salió al paso una sombra. Sintió tal terror que huyó.
Pasado un tiempo, Yahia volvió a transitar aquel camino y, de nuevo, surgió ante él la sombra. ‘Estoy aquí para librarte de la pobreza. Ven mañana a este mismo sitio y no tendrás que volver a trabajar nunca más.’ Tras decir esto, la sombra desapareció y el tío Yahia se volvió a su casa. Iba a los otros pueblos a vender y, desde su encuentro con la sombra, siempre se le vio feliz y contento con su suerte”. Curiosamente, esta leyenda árabe de hace mil años, aun se sigue transmitiendo de boca en boca.
Marchena aun conserva, su gran abrazo de piedra andalusí (siglo XII) que marca claramente, el barrio antiguo y resalta además, con otra muralla interior, el lugar más importante, la Alcazaba, centro de la medina. El punto en que confluían ambas murallas era la Torre del Oro, la más antigua de todo el recinto. Vacía está hoy la alberca de el Parque, de la antigua “Massenah al zaituna”, Marchena de los olivos, que fue un jardín bello, rodeado de murallas.
En la puerta de Morón, los posibles invasores tenían primero que superar la primera puerta y llegar al patio interio, hoy sala principal del museo. La Puerta de Carmona es una de las más antiguas, defendida directamente por una torre octogonal, la Torre del Oro. La puerta de la Barbacana servía para unir el Alcázar y la zona del Parque a través de un sistema de rampas.
“Deteneos conmigo un momento junto a esas ruinas y lloremos juntos”. El texto de Ibn Arabí parece referirse a las partes de la muralla deterioradas. La más monumental de las puertas desaparecidas fue la Puerta de Osuna, ubicada en la Plaza de San Andrés al final de la Calle Carreras, de la que se conserva un torreón.
Sus 35 cubos y cuatro puertas se han ido confundiendo poco a poco con el blanco de las casas, para emerger como una segunda piel en los lugares más vistosos. El tapial, una mezcla de barro, cal y pequeñas piedras prensadas, se ha revelado tan duro como sencillo, siendo la primera clase magistral para los albañiles.
No hay rosas en el arco de la rosa pero en sus leyendas florece toda la belleza de la tradición andalusí. La puerta de Sevilla o Arco de la Rosa es uno de los emblemas de nuestra ciudad y de su muralla reconstruida en 1430.
Su acceso era antiguamente en rampa para permitir el acceso de las caballerías y se ubicaba en la línea de salida de la Alcazaba hacia el camino de Sevilla. En su interior podemos ver una cámara de elementos góticos con una pequeña puerta o acceso hacia la ronda, por encima de la muralla.
Los palomos aún sobrevuelan las almenas de la muralla. Palomo marchenero de origen andalusí y sangre azul. Los árabes practicaban este deporte valorando las dotes de conquista y seducción de sus palomas utilizándolas para la caza o atracción de otras a su palomar.
La mezquita de Marsen-ah-al-zaituna (Marchena de los olivos, así llamada para diferenciarla de la Marchena de la alpujarra almeriense) cuyo emplazamiento desconocemos- siempre estuvo rodeada de un halo de santidad por su -madrassa- difusora del pensamiento sufí. Uno de sus alumnos más notables fue el filósofo Ibn Arabí (1.165-1241), comparado por sus escritos con San Juan de la Cruz, presente en numerosas ocasiones en Marchena, conoció allí a sus hombres santos –abdal-.
Sufí es abstinencia y pobreza, paciencia y contemplación. Aquí, Abdul Mayid enseñaba el Corán y predicaba en torno a 1190. Shams Umm al-Fuqarâ, -Sol, madre de los pobres”- Una venerable anciana con fama de sabia y de tener gran poder mental influyó decisivamente en el filósofo. “Dicen que los soles habitan la alta esfera, y, ¿dónde está el palacio del sol sino en la esfera? (...)Ella tomó posesión de mí y yo de ella, porque cada uno posee su compañero. Que yo soy suyo es evidente”. Estas impresiones las dejó escritas en su libro Rûh al quds.
“Es en Marchena de los Olivos —población situada no lejos de Sevilla -donde conocí a Shams Umm al-Fuqarâ’. (...)Tenía un corazón fuerte, una noble energía espiritual, una gran discrección. A veces me revelaba secretamente un aspecto, pues ella tenía para conmigo algunos desvelamientos, que me producían mucha alegría”
De Abdul-Mâjîd ben Selmah, el abdal predicador de la mezquita de Marchena, que se sabía de memoria el Corán y los Hadices, -segunda fuente de doctrina y del derecho-, dice Ibn Arabí “hombre de piedad y merito que siempre estaba al servicio de los fuqarâ, (faquir, estudiante) que Al-lâh le sea propicio”. Ibn Arabí nos cuenta el siguiente relato que le reveló el maestro de la mezquita de Marchena.
Dice Ibn Arabí:”Me contó (Abdul-Mâjîd) lo que le ocurrió en una ocasión: " me incliné invocando el Nombre de Al-lâh. Noté de improvisto, que una persona retiraba la tela sobre la que rezaba y la reemplazaba por una gruesa estera. Luego me dijo: ¡Haz tus plegarias sobre esta estera!. Y tuve entonces una inspiración, y le pregunté:"¡Oh, Sîdî (Cid: Señor) , ¿Por qué medios llegan los Abdâl a ser Abdâl?", y él me respondio": Por el silencio, la soledad, el hambre y la vigilia.Después de esto este hombre desapareció. Pero la estera estaba debajo de mí".
Desde la torre de Santa María recorre las nervaduras y los contrafuertes una fuerte tradición mudéjar que llega hasta el siglo XVIII. “La mayor parte de la arquitectura realizada y proyectada por maestros locales tiene rasgos mudéjares" explica el experto en arte J.L. Ravé.

La importante herencia constructiva islámica de la muralla dejó un barrio arabe aun en 1296 y obreros especializados en determiandas técnicas de la albañilería.
Los alarifes mudéjares continuaron trabajando muchos años al servicio de los Duques hasta 1618. Entonces el visitador del Rey indica que informado que en la villa "andan algunos moras y moros libres, que están rebeldes y pertinaces" y pide que "sean echados desta villa".
La armadura ochavada de la sala de audiencias de los juzgados, antiguo convento franciscano, de técnica nazarí es semejante al usado en algunas techumbres del antiguo palacio ducal, hoy en el palacio sevillano de la condesa de Lebrija.
El artesonado de San Juan, es uno de los más importante y ricos de su época, junto a la armadura ochavada Sta María (1356). Diego Lopez de Arenas recogió en 1633 toda ésta tradición constructiva y la plasmó en el único tratado que existe en España sobre esta materia.

Conventos: Huyendo del mundanal ruido

Posted by zarraclaca
La sombra se ha dormido en la pradera. Los manantiales cantan. El paraje del cerro del orégano es uno de los más bellos de la zona, parece creado para aquellos primeros frailes eremitas, se retiraran al campo a meditar, huyendo del mundanal ruído. Los tarajes muestran la presencia de un arroyo, y los toros de carne pastan por las dehesas.
Las ruinas del convento, se levantan sobre una suave loma, entorno bucólico y frondoso. Pinos, almendros y olivos dan al enclave el aspecto de paraíso.
Desde las laderas se observa un mar de tierra y olivos, antiguas cortijadas del aceite. Los aristocráticos cipreses -sobrehumana arpa- evocan un sentimiento antiguo y telúrico. Parecen rendir culto al orden y antiguas creencias, murmurando algo sobre el canto celeste de los pinos, o sobre la humanidad de los olivos.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba". Palabras de San Francisco de Asís que cobran aquí mayor sentido.
"Ruinas de Santa Olalla, alzada oración de olvido", dijo Antonio Salvago. Quedan restos de muros y arcos. Los monjes franciscanos eligieron en torno a 1400 este lugar para construir el primer convento del municipio. "Monacal y grave. Tallado a golpes de mansedumbre".
Los Duques donaron 4000 libros a este convento, que tenía la mayor biblioteca de Marchena. Objetos de Santolalla están repartidos por otros templos. Por aquellos caminos sacaban en rogativas al Cristo del Pan, hoy en la capilla de la Vera-Cruz. En el antecamarín de Jesus Nazareno se conserva una cruz de madera y esmaltes con la inscripcion Sta. Olalla. La talla del nazareno procede de este convento, según la tradición.
Ilustres frailes franciscanos lo habitaron. Fray Juan de Santa María, que lo fundó y fue primer vicario. La tradición también lo relaciona con el Fray Antonio de Marchena de la gesta colombina. Fray Luis de Bolaños, -misionero en Paraguay-.
En 1498 se fundó Santa Clara, convento destruido en 1975 que conserva iglesia con fachada de ladrillo (1773) y un magnifico altar del que destaca la talla de Santa Clara. Hoy es sede de la Humildad (Miércoles Santo), fundada en el convento de la calle San Francisco. Los franciscanos crearon en su convento central (1530) numerosas hermandades, que han llegado a nuestros días. La Vera-Cruz (1533), la venerable Orden Tercera de Servitas de Virgen de los Dolores (1819), además de la del Señor de la Humildad (1820).
El convento sufrió daños en la ocupación francesa, -fue usado como fábrica de salitre para hacer pólvora- y se desplomó en parte en 1846. Sólo se conserva la capilla de la Vera Cruz. El Cristo homónimo, es atribuido a Roque Balduque (en torno a 1533). La Virgen de la Esperanza, ha sido la primera canónicamente coronada (2004).
"¿Adónde te escondiste /Amado, y me dexaste con gemido? /Como el ciervo huyste aviéndome herido;/ salí tras ti clamando y eras ydo". En 1993 se hayó un libro manuscrito con versos y comentarios del Cántico Espiritual (1577) de San Juan de la Cruz, en el convento de clarisas de la Concepción (1623) creado a instancia de la madre Antigua dentro del palacio ducal en el cerro de la Mota, que hoy aloja huéspedes.
El códice sanjuanista de la Concepción, es uno de los pocos documentos de la época conservados con la obra del santo. Perteneció a la Madre Antigua, poetisa con fama de santa que se inspiró en ellos. "Cuando mis amores/ regala el alma/los sentidos y las fuerzas a veces faltan", escribió la poeta mística.
En las paredes del templo descansa otro tesoro, una importante colección de grabados, (cedida por Guadalupe de Láncaster, Duquesa de Aveiro en el XVIII) entre ellos Adán y Eva de Durero (1504). La entrada al convento está enmarcada por una portada de azulejería siguiendo dibujos de Pacheco, maestro de Velazquez.
La otra gran orden religiosa asentada en Marchena, (1570) construyó su templo de Santo Domingo rico y próspero, llegó a tener una cátedra de teología. Frailes de este convento fueron a evangelizar America y llegaron a ser catedráticos de la Universidad de Viena. El edificio, -definido como digno de un Rey-, alojó 200 soldados franceses durante la ocupación. A los lados y bajo el altar mayor y por mandato del testamento del fundador se construyó el panteón familiar de los Ponce de León en jaspe rojo y negro.
Grandioso el claustro con 25 metros de lado -hoy reconstruido- y la escalera monumental, en las dependencias del Casino, con infuencia de Juan de Oviedo. Fechado en 1757 el cancel de madera de la entrada es uno de los grandes tesoros de la iglesia.
En sus paredes destaca un bello conjunto de azulejería de 1638. En el altar mayor, de 1620, santos dominicos, con pinturas y esculturas de estilo renacimiento, presidido hoy por la imagen del Cristo de San Pedro (hermandad fundada en 1556 ).
La orden de la Merced se estableció en la marchenera puerta de Osuna en 1537 en el convento de San Andrés. En la iglesia destacan dos obras de Luis de Morales, la Piedad y un Nazareno, destacan los frescos del coro, y pequeñas esculturas en marfil, procedentes de la India.
En los dos arrabales históricos, principalmente habitados por jornaleros, se levantaron dos parroquias homónimas que contienen los más bellos ejemplos de la arquitectura barroca. En San Sebastián destaca la cúpula del Sagrario y de San Miguel, su bella torre, ambas destacadas obras del XVIII.

El alma de las casas

Posted by zarraclaca

Si los pueblos tuviesen alma ese sería sin duda el patio, núcleo central arabe y romano. Es el centro de las casas. En Marchena existen tres modelos de viviendas. Las chozas rurales, las casas palacio, y las viviendas de jornaleros. "Y en lo hondo, mi mundo, mi templo diminuto". Conocer el alma de un pueblo es ver el alma de sus casas, ricas y pobres, grandes y pequeñas. La casa como una prolongación de la propia personalidad. “Por eso es cruel dejarla recién atardecida con tantos balcones como nidos a solas y tantos pasos como nunca esperados", dijo Benedetti.
El abuelo llegó un día al campo, desbrozó el terreno y clavó en el suelo una fila de estacas. Luego, fue a cortar más palos para el esqueleto y los puso armando el tejado, apoyándose en la viga maestra o cumbre. Para el cuerpo amarró cañas que sujetarían las varetas y añadió pasto seco cosido a modo de cobertura. Lo embadurnó todo de barro y le puso una camisa de cal.
Así era la choza de los tiempos antiguos, símbolo de la vida rural, que hasta hace pocos años se mantuvo en pié. En ellas reinaban las matriarcales mayetas, mujeres rurales, pequeñas propietarias. "Reina destronada de tu palacio construido con salones de mieses, mármoles de crepúsculos y lámparas de lunas" según Luis Camacho, que en las urbes se sentía extraña.
Mundo rural cuajado de ritos y ritmos antiguos, sobre un campo abierto e infinito. De bailes populares, como la jeringoza, -o jerigonza- con su críptico vocabulario lleno de dobles sentidos. De citas ineludibles como la ritual y festiva matanza del cerdo, de donde se sacaba alimento para todo el año. De cantes primigenios.
“La mancera de mi arao/ tiene un peazo comío/ de recibí lagrimones/ to el tiempo que te he querio”. Cantes de gañanía o de trilla, formas de dejar en el viento, las penas más profundas, cuando nadie las oía. Chozas rurales, primario modelo de vivienda, que seguía patrones milenarios, condeandas a la desaparición por un mal entendido sentido del progreso.
Viejas casonas: "caricia de fondo de arcón adamascado de un verde de terciopelo de siglos", dijo Luis Camacho. En las antiguas casas nobiliarias marcheneras el espacio predominante es la sala del estrado que suele estar decorada con artesonados de tradición mudéjar y dar al balcón mayor de la fachada principal con artísticas rejas.
Entre la nobleza de las casas sobresale la del Ave María, de 500 años, situada frente a la antigua carcel en la plaza homónima ."Blasones de orgullo y nada sobre los hombros de nadie". Albergó el convento de la Concepción, antes que este pasase a su sitio actual. En el interior un bello patio con arcos de ladrillo y referencias a muchos nombres ilustres del pasado, como toda casa antigua que se precie.
Calle Carreras, -confortable y señorial-, tiene su propio poeta-. Fue lugar preeminente por salida natural del Palacio conserva casas de mucho sabor. La casa del escudo y aledaña, que ha sabido conservar todo el sabor popularjunto a la calle Animas, la calle que se fue al alba con "una paz de olivares y un remanso de silencios" en cuya esquina los relojes marcan las doce en punto de algún siglo.
Casas populares y nobiliarias. Curiosamente ambas tienen su origen en el siglo XVIII cuando la burguesía vino a ocupar el espacio de los Duques. Calles enteras como Santa Clara, San Francisco o San Pedro se van a ver pobladas en esta época, cuando tambien surge el gran cortijo que tiene su precedente más inmediato en las villas romanas.
Hay fachadas nobles de piedra o ladrillo muy hermosas. De las grandes fachadas de mármol destaca una en calle San Pedro, otra frente a San Juan y otra en calle Mesones, la antigua calle de las posadas.
La de calle San Pedro tiene dintel con columnas de mármol y adornos geométricos, rejas torneadas con escudos, cornisa en forma de volutas, gárgolas de piedra y enormes ventanales. Justo al lado, otra casa palacio tiene fachada en ladrillo visto, con balcón presidencial, rematado con el unico ejemplo de mirador y el unico balcón corrido con cierro haciendo esquina de la comarca. En su interior, escalera imperial, con dos arranques y gran cúpula.
También destaca una fachadas de ladrillo visto en calle Santa Clara, con decoración de soles y lunas en la fachada, conchas en los huecos de las puertas y ventanas y patios con un enorme sabor. Las viviendas antiguas mejor conservadas como conjunto, unitario y autentico, es la plaza ducal entera reformada por Alonso Moreno en 1713.
Además existe un tipo de casa popular urbana desconocido en otros lugares. Se trata de las casas de jornaleros y mayetes y se levantan sobre todo en los barrios de San Sebastián y San Miguel. Tiene una o dos plantas y soberao, puertas y accesos adintelados, ventanas escasas y pequeñas, patio, callejuela y corral. -Corral: Trasfondo. "Ese sobrante inútil y precioso", según Luis Camacho.
Viviendas construidas por sus propietarios con materiales sencillos, el barro para azulejos y solería, madera y los chinos de río también en el suelo. El zaguán suele tener una linea central de chinos para el paso de las bestias y un caño o desague. La cal, los patios y las pequeñas ventanas ayudan a preservar el fresco. En las azoteas se secan las blancas sábanas, y en los soberaos se guardan las oscuras cosas inservibles.
El avance de los bloques de pisos convierte los patios en artículos de lujo. Perversos pisos sin lunas de verano, ni meses de abriles, ni albahaca, ni canela en rama, ni patios ni aceitunas prietas, ni veletas.
“¿Porque no se compra usted un piso?. Y usted, ¿porqué no se compra una nostalgia?". Respondió el poeta Luis Camacho. Y es que hay cosas que aún no están a la venta.

Historias de la historia: La primera crónica

Posted by zarraclaca

Las crónicas de la antigua prensa, no se olvidaron de relatar los pormenores de la vida cotidiana en Marchena. Las primeras crónicas nos hablan de nuestra feria, (fundada en 1800). 4500 cabezas de ganado que se vendían en el "cerro parrita", -o del berral- aprovechando el agua del "baño de los caballos" por donde brotaban las aguas subterráneas.
Podía comprarse una vaca por 1200 reales y los cerdos a 66 reales la arroba. En los barracones y tenderetes se vendían juguetes, dulces y figuras de cera. Los casinos liberal y conservador servían bebidas y comida.
Frente a la fonda del Nene, donde se hospedan los toreros, hay gente que los espera para verlos salir. Nada menos que una corrida de Miura para los matadores Bombita y Parrado. Los toros, salieron bravos como se esperaban y mataron a cinco caballos, en la antigua plaza de la explanada de Santa María.
Pero la prensa no sólo daba noticias festivas. En medio del silencio de la noche sonaron las campanas de San Juan que advertían de un conato de fuego extinguido a tiempo. No tuvo la misma suerte la capilla de los Desamparados que ardió en 1932, mientras centenares de personas intentaba sofocar el fuego con cubos de agua.
Eran los años del surrealista impuesto que se estableció por hacer sonar las campanas porque los repiques "interrumpen y dificultan los trabajos de inteligencia en oficinas y escuelas," decía la autoridad. Opiniones para todos los gustos había en los periódicos locales. "Con oficios de varón como trajinar en elecciones se endurece mucho el perfil moral de la mujer".
El ferrocarril, instrumento de progreso y avance, trajo hasta los municipios de la conservadora campiña sevillana en torno a 1880, los primeros masones. Desde Francia, llegó Louis Alfred Coullaut ingeniero de ferrocarriles, padre del escultor Coullaut Valera. Fue el quien impulsaría las primeras logias masónicas de Marchena para combatir los abusos de los caciques, denunciar juegos crear una escuela laica (1891).
El edificio de los antiguos baños fue parada y fonda del visitante forastero. A el llegaban dos manantiales. El norte, que viene de la zona de la calle San Francisco y el sur, de la zona de Antonia Díaz, que se unían a través de “un extenso acueducto de obra antigua” según el relato del Diario de Sevilla de 1829.
Según la comisión médica, el manantial norte es rico en sales neutras, magnesio y calcio, alúmina, selenita, sílice u óxido de sílice, mientras que el agua del manatial sur contiene ácido carbónico, sulfato de hierro, nitrato de calcio, sílice y sobre todo gran cantidad de sales, disueltas y a baja temperatura. La comisión médica destaba las propiedades de las sales, como secante o antiséptico muy eficaz para las enfermedades cutáneas. Hoy en día, los manantiales continúan bajo tierra, pero están cegados por falta de uso.
Mas reveladores y mágicos son los pequeños hechos cotidianos. Por ejemplo, la sorpresa mayúscula de los familiares y amigos de un difunto que al llegar al cementerio vieron cómo los sepultureros estaban borrachos, viéndose obligados a dar ellos mismos sepultura a su familiar. O el espectáculo de ver a "dos guardias municipales completamente embriagados acompañados de chicas de vida alegre en auto de alquiler".
¿Tendrían estas escenas algo que ver con el carnaval?. Antonio Rueda recuerda con alegría aquel Carnaval de hace un siglo, en el que la murga de las "viejas ricas" dieron que hablar. "Todo lo que fue notorio, en sus canciones critican, nadie quiere salir, en coplas de viejas ricas". Sin embargo, los periódicos conservadores criticaban el Carnaval: " excusa para proferir aullidos opuestos a la educación y buenas costumbres".
No menos interesante parece el relato de la llegada a un bar del primer gramófono. "Más de cien personas escuchaban en apretado círculo". Un vecino conocido por su afición al vino y en estado de embriaguez dijo a otro: "Ten cuidado, no hables que este bicho te coje la voz y sirves tú de guaseo por todas partes". Otro que presumía de cantaor flamenco, lo examinó, dió dos o tres vueltas alrededor y requerido a que diese su opinión dijo: "Propuesto por el hombre, pero mágico".

Naturaleza: El último bosque de ribera

Posted by zarraclaca

El río es una corriente de tolerancia y belleza. El río lleva vida a todas las cosas vivas corriendo entre alegres huertas y grises olivares. Es el Corbones nuestro mayor monumento natural, corredor para la fauna, colchón que amortigua procesos erosivos y contaminantes. Es posible conocer su historia e importancia ecológica visitando la Casa del Río, en la calle Carreras.
Fue motor económico, movía siete molinos harineros; y su industria relacionada: la del transporte y la del cambio como el llamado “Mesón del peso de la harina”. La pesca del río posibilitó la apertura de al menos trece pescaderías. Junto a las desaparecidas lagunas, formó un complejo ideal para la avifauna. Sin embargo hoy sufre contaminación y un proyecto europeo pretende evitar el deterioro del último bosque de galería.
La zona mejor conservada se situa en La Puebla de Cazalla, en la "junta de los ríos" cerca de la presa del Corbones y del nacimiento del curso fluvial. Allí se estudia la posibilidad del habitat para la nutria, animal muy sensible a la contaminación, y el pez calandino, una especie propia de nuestros ríos. En el rancho Metro, se conserva un antiguo molino del río, un puente romano y un antiguo deósito de agua, también romano.
El bosques de ribera cumple su función biológica al eliminar los nitratos disueltos en las escorrentías subterráneas. Además posibilita el movimiento de las especies y la conexión entre diferentes hábitats.
Dentro del agua, existe vegetación sumergida carrizo, espadañas, cañas, etc. A consecuencia de la salinidad de las aguas, aparecen los tarajes, que toleran periodos de sequía o falta de humedad. También aparecen bosques de sauces por la flexibilidad de sus tallos para resistir el empuje de la corriente. Ya en tierra firme se desarrollan bosques de olmos y fresnos. El rosal silvestre, o escaramujo es una de las plantas más bellas de la ribera del Corbones, son arbustos trepadores que pueden alcanzar hasta cuatro metros. El taraje es un arbusto de entre dos y diez metros, de parda corteza agrieteada, cuya madera es apreciada para leña. Pueden fijar dunas o sujetar márgenes de ríos, o aterrazamientos de torrentes. Resiste bien la sal, por lo que es especialmente indicado para marismas y saladares.
El álamo blanco llega a tener hasta 30 metros de alto, copa gris blanca y hojas con el envés blanco puro que luego se tornan verde por el haz. Resiste bien la sequía siempre que el subsuelo esté húmedo., es decir que necesiten tener agua cerca. Agua como un espejo. "¡Chopo viejo!. Has caído en el espejo del remanso dormido”.
La hiedra forma grandes alfombras sobre el suelo y trepa sobre otro árboles, con ojas perennes. También está presente el perioflio, con sus grandes hojas verdes en forma cónica y sus rojas semillas mortales para el ser humano. También pueden verse setas y champiñones que crecen junto a troncos de árboles en descomposición o en zonas muy húmedas.
La flora y la fauna asociada al río, continúa hoy por hoy, sin estar exenta de los peligros de la contaminación y la falta de conciención. Cada día se mantiene en sus riberas, la batalla por su supervivencia.

San Agustín: Piedra para la eternidad

Posted by zarraclaca

Si hay un edificio que llame poderosamente la atención llegando a Marchena es San Agustín. Todo en este edificio hace que nos preguntemos, qué hace ahí, quién lo levantó. Piedra al servicio del poder y la gloria eterna, con vocación de pirámide. Después de cuatro siglos sigue cumpliendo su función. El monumento funerario de Manuel Ponce de Leon, responde a todas nuestras incógnitas.
Don Manuel era apenas un niño cuando la ciudad de Nápoles se levantó contra su padre Don Rodrigo (Virrey desde 1646 a 1648). Don Juan José de Austria, hijo de Felipe IV. destituyó al Duque de arcos y nombró nuevo virrey al conde de Oñate. Así acabó la aventura europea de los Ponce de León.
De vuelta a su tierra natal le esperaba una formación austera como canónigo de la catedral de Sevilla. Sin embargo su destino fue heredar el Ducado, tras la muerte del hermano mayor. No estaba preparado para ello, pero ya habían planeado para él una boda de altura. Se casó en 1666 con la portuguesa Guadalupe de Láncaster Duquesa lusa de Aveiro (1630-1715), escritora, pintora, mecenas de artistas y cientificos.
Pero Manuel había sido educado para ser un clérigo y el matrimonio fracasó. Manuel se reafirmó levantando una iglesia que resumiese la grandeza de su familia y linaje. Destinó fondos de otras importantes empresas al nuevo templo que tardó tres siglos en construirse, cuya zona mas antigua es el claustro. La iglesia sería finalmente bendecida a mediados del siglo XVIII.
Se contrató a los más destacados artistas castellanos, tendiendo en mente un proyecto similar al de El Escorial. El cantero Bartolomé Zúmbigo maestro mayor de obras de la Catedral de Toledo, visitó las obras en 1680 y dibujó las trazas de la iglesia. Decidió combinar materiales como el ladrillo, típico de la tradición local, con la cantería. Su alumno Alonso Moreno se encargó del proyecto a partir de 1682.
En 1692 el arquitecto toma medidas del hueco del altar mayor para encargar al napolitano Luca Giordano un lienzo de gran tamaño para el altar. Sin embargo, Don Manuel no viviría para ver concluída su obra, pues murió al año siguiente a falta de rematar el cuerpo de campanas, esculturas en las hornacinas de la fachada y los remates de las torres y gran parte del interior. Su viuda, antepuso otros proyectos al del templo. Ella fue enterrada en el monasterio extremeño de Guadalupe.
En la zona del coro llama la atención un lienzo de San Agustín que podría ser un auténtico Ribera. El pintor gozó de la protección de los virreyes, que le fueron adoptando como pintor de cámara. En 1616 Ribera se traslada a Nápoles el Duque de Osuna, tambien virrey le encagra El Calvario de la Colegiata de Osuna de gran éxito. Ribera adopta como alumno a Luca Giordano y lo introduce en la corte madrileña. Pocos años despues el Duque de Arcos ocupa el cargo de virrey. El cuadro de San Agustín, una vez restaurado y convenientemente estudiado, podría ser la respesta a dicho enigma.
Llama la atención la influencia indígena americana de las yesería. Fueron concluidas en 1649 bajo el encargo de Guadalupe de Láncaster, aportó considerables fondos económicos para la exploración de California por influencia de su amistad con el cosmógrafo jesuíta Francisco Kino según Herbert Eugene Bolton. Otros autores opinan que se trata más que una interpertación popular de los alarifes locales sin ninguna influencia iberoamericana.
No hace muchos años, en la preparación de una exposición artística se encontró con gran sorpresa un libro de himnos luterano hecho en 1872, decorado a mano, con el escudo de la primera República Española. El libro entró por derecho propio en el selecto club de las rarezas y su precio, en caso de venta, podría haber sido bastante elevado. Las librerías de los conventos marcheneros serían “fastuosas” por las numerosas donaciones de los Duques de Arcos.

Senderismo: Joyas entre olivares

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SENDERISMO: Ruta de Montemolin

“Sobre el olivar, se vio la lechuza volar y volar”. Los olivos del cerro de la Atalaya parece que lleven toda la eternidad oteando en las llanuras del suroeste, las ducales riberas del Corbones. En esta zona, por diversos factores se implantó masivamente por vez primera el cultivo de olivar en el siglo XIX.
Montemolín y Vico no han dado aún su fruto de ruinas milenarias, ni el tiempo ha podido acabar con las pequeñas perlas verdes de Jarda, ni la sombra del olivo ha dejado de recorrer las campiñas desde que los fenicios lo trajeron quizá de Creta o de Grecia.
Ojuelos, Vico, La Coronela, La Cobatilla, Gamarra, miles de metros cuadrados de esta zona pasaron de las manos ducales a las de burgueses, en justo día de 1882 en que el féretro de un arruinado duque dió con sus huesos en la estación de tren de Osuna.
Entonces llegó a los campos la economía de mercado y además vino la desamortización a dinamizar el mercado agrícola. “Olivar, por cien caminos, tus olivitas irán caminando a cien molinos”. Y entonces llegó el ferrocarril y con él la expansión del cultivo del olivar que era antes, minoritario. Comienzan a construirse las grandes haciendas del olivar que salpican de blanco, las colinas de olivares en esta zona. “¡Olivares y olivares de loma en loma prendidos cual bordados alamares!”.
Las haciendas tradicionales del olivar están formadas por edificios de labor y viviendas que giran en torno a varios patios. Los patios dedicados al trabajo o el de los señores es el escenario en donde se desarrolla la vida.
La estancia más típica de estas haciendas es la almazara -palabra árabe que significa espacio para exprimir la aceituna-, en donde se disponen los trojes o depósitos de aceitunas, el alfarge con sus rulos para molerlas y la caldera de agua, además de la prensa con una enorme viga contrapesada por una torre maciza. En 1861 había en Marchena 35 molinos aceiteros. Hoy solo queda uno en la calle Niño Marchena.
De entre las antiguas haciendas destaca Vistalegre y Montemolín que además de ser herencia de esta época conserva una importantísima y destacable colección arqueológica y artística privada.
Tras cruzar el río Corbones por el paso de la Zarzuela, hacia el sur, encontramos el cerro del Capitán, desde donde se observa una amplia panorámica sobre el curso del Corbones. Más adelante se encuentra el lentisco -especie protegida- y el acebuche Liebres y perdices tienen bajo el acebuche su refugio, de donde salen a alimentarse por la mañana y a última hora de la tarde.
En Jarda, zona de gran vegetación autóctona, enriquecida en los últimos años por las reforestaciones. Sobresale el majestuoso chaparro o encina y los jazmines silvestres presentan unas pequeñas flores amarillas. También hay palmitos, romero y otras hierbas aromáticas, como lavanda, espliego, jara y tomillo plantados además de pequeños lirios silvestres.
Un poco más allá, cruzando la carretera de Lantejuela encontramos la imponente presencia del toro bravo que pasta en las llanuras de Los Ojuelos, estos animales son actualmente lidiados en importantes plazas de toros de nuestro país. Se trata de la ganadereía Pallarés, fundada en 1939 por el torero Antonio Fuentes. "¡Toros de Atlante fatuos y cerriles!", que menciona el poeta Fernando Villalón.
Volveremos hacia Marchena buscando el camino de San Ginés, -que llevaba a Osuna- pasando cerca de los cortijos de Vico y Montemolín, dos importantes enclaves arqueológicos. El cortijo La Atalaya, a 141 metros, nos avisa que estamas acercándonos a San Ginés con su antigua fuente y ermita.


Solos ante campos dormidos
Ruta de Montepalacio


"El pino es el mar y el cielo y la montaña: el planeta”, machadiano saludo a los restos de antiguos bosques de pinares que se ven en el camino de Morón con la sierra de Grazalema al fondo. De no ser por los conservacionistas del Taller Verde, no tendría la “Cañada Real de Morón” árboles que nos dieran sombra. Caminos y cañadas, vías pecuarias, antiguos caminos ganaderos en desuso hoy ocupados en parte por la agricultura.
El cortijo Vistalegre, nos trae su viejo rumor de molienda y voz de aceite solo interrumpida por los bandoleros. "Pernales" (Francisco Ríos, 1880-1907) dejó su marca de leyenda bandolera en forma de disparo en la antigua veleta del cortijo.
No es difícil ver aqui el cernícalo, pequeño halcón asociado desde el tiempo de los árabes con la cetrería, la abubilla, con su llamativa cresta rosada, o el colorido del abejaruco.
Giramos a la derecha y a 300 metros nos encontramos el descansadero de Los Pozuelos, una antigua zona de parada del ganado transhumante que conserva mucha vegetación gracias a las replantaciones.
Retomamos la Cañada Real de Morón entre chumberas. Terminadas éstas, debemos tomar a la derecha, abandonando el camino principal, para seguir paralelo al vallado de la finca Montecharcón. Poco después, la senda alcanza una de las zonas más bellas formando una galería boscosa: el "Pasillo Verde". Alcornoques, encinas, lentiscos, mirtos, coscojas.
De repente, una gran franja gris cruza las campiñas arenosas y rubias. La A-92 divide en dos la antigua dehesa. La cruzaremos por un túnel y ya entramos de lleno en el bosque. La dehesa, reino de la encina. "Siempre firme, siempre igual / impasible, casta y buena, ¡oh tú, robusta y serena / eterna encina rural”.
Campos como éste cubrían no hace mucho grandes extensiones, cuando la agricultura no era aún opuesta a la tierra. Hay que rodear el alcornocal de Montecharcón, que se sitúa siempre a la derecha de nuestra marcha, hasta llegar a la carretera Marchena-Morón, cruzarla de frente para entrar en la finca La Mocheta, por un camino público. En adelante se extienden casi tres kilómetros de uno de los últimos bosques naturales existente en la campiña.
Estamos ya en el corazón del bosque, donde según las antiguas creencias habitaban los dioses de la tierra. Entre la fronda de la vegetación asoma la torre del antiguo palacete de Montepalacio, visitado por Felipe V en 1730.
El astuto y rápido zorro pasa como una sombra en busca de ratones, topillos y conejos. Bajo las encinas, los tejones con su pelaje de rayas negras y blancas, excavan sus galerías nocturnas buscando el calor de la tierra. La belleza felina parda y moteada de la gineta se deja ver bajo la luz de la luna, tras sus presas.
El atardecer tiñe de rojo las tierras y estamos solos, ante campos dormidos. Suavemente la tarde se adormece.

Palacio Ducal: Tras los símbolos del poder

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Muchos hombres poderosos se han pasado la vida persiguiendo los símbolos antiguos del poder, como la puerta de entrada al antiguo palacio Ducal de Marchena. Como William Randolp Hearst, magnate de la prensa norteamericana, que promovió desde sus diarios la guerra contra España, en 1898. Titulares falsos como “Españoles violan a mujeres norteamericanas en Cuba”se ebcargaban de ello. Una vez vencida España, quiso atrapar los símbolos de una grandeza que buscaba en las piedras, para adornar el palacio que construia en honor de su amante. (www.hearstcastle.org)
Un viejo imperio agonizaba mientras otro nacía. Una España en crisis, se despedía de su viejo sueño sudamericano. Poco después, Hearst rebuscaba las ruinas de los antiguos símbolos del poder del país que consideró su enemigo. Sus agentes comenzaron a buscar antiguedades en España.
Miles de piedras antiguas fueron desmonatdas y transportadas a California. Uno de los pocos restos que escapó al delirio de Hearst fue la monumental puerta tardogótica del palacio ducal de Marchena, levantada en 1492 como arco del triunfo por Don Rodrigo Ponce de León, considerado por los Reyes Católicos un brillante militar y estratega. Tras participar activamente en la toma de Granada con decisivas victorias, y ser mano derecha de los monarcas, extendió sus dominios poniendo las bases del Estado de Arcos, siendo Marchena su pequeña corte. Además impulsó la construcción de la iglesia de San Juan.
“E así entró el marqués en la villa de Marchena con mucha honra y ricamente acompañado con muchas trompetas, e atabales, su estandarte tendido delante, e la bandera del rey moro detras de la suya”. Sus tropas tomaron Alhama y Málaga, así como la sierra de Grazalema, que fue repoblada en parte con marcheneros en 1501. Es el origen de la existencia de muchos puntos que en el sureste español llevan el nombre de Marchena.
En la sierra gaditana, los duques hicieron construir una casa palacio, alrededor de la cual se fueron edificando las viviendas de los criados de la casa ducal. Este pequeño poblado fue denominado Marchenilla, (hoy, El Bosque). También existe Santa Cruz de Marchena (en la alpujarra de Almería) de época árabe. En la Sierra de Segura (Jaen) hay dos pedanías que se llaman Marchena. Arte al servicio de la eternidad y el poder. Quizá fue esa lejana gloria del simbólico año 1492 la que vió en ella Hearst o alguno de sus agentes. Tal vez como símbolo de la victoria de su país contra España, decidió comprar ésta portada y colocarla como entrada principal de San Simeón.
Hearst no pudo culminar sus planes con respecto a la portada del palacio marchenero. Según nos cuenta Juan Luis Ravé, el marqués de la Vega Inclán, -conservador de los Reales Alcázares de Sevilla y responsable de la reforma del barrio de Santa Cruz-, ejerció el derecho de retracto y compró la portada, para simbólicamente entregarla al Rey de España, Alfonso XIII en 1913. Posteriormente el Ayuntamiento de Marchena pidió en dos ocasiones la devolución de la puerta, en 1970 y 1999, sin resultado positivo.
Era tanto el interés que Hearst parecía tener por ésta portada, que no quiso variar sus planes iniciales de colocarla en la fachada principal de San Simeón, y finalmente encargó a Julia Morgan una copia exacta, que se colocó definitivamente en la entrada del palacio hoy propiedad del estado de California y que recibe mas un millón de visitas cada año. Cary Grant comentó que san Simeón era un lugar excelente para pasar la gran depresión económica de 1929. Mientras los americanos hacian cola para recibir pan gratis, Mary Pickford jugaba al tenis con Charles Chaplin y Gary Cooper nadaba en la piscina de mosaicos de oro, en las laderas del Hearst Castle.
"Uno puede aplastar a un hombre con el periodismo, pero no con las películas" comentó en alguna ocasión Hearst. Lejos estaba de la verdad, tal como lo experimentaría él mismo en mayo de 1941, cuando Orson Welles estrenaba, contra todo pronóstico, Ciudadano Kane basada en su vida.